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¿Cómo evaluar el trabajo por proyectos?

     Los proyectos tienen ventajas para su evaluación porque se ubican en un tiempo determinado y su meta es siempre concreta, que puede ser evaluada por medio de una lista de cotejo.

     Lo complicado radica en cuanto en la autoevaluación, en la cual los alumnos tienen poca experiencia, y en la valoración de los aprendizajes no evidentes.

     Para hacerlo de la manera más fácil y objetiva posible, les sugiero esta lista de cotejo, que puede ser modificada, según el proyecto específico que se evalúe. Marque cada indicador con un valor porcentual para obtener un promedio.

En la planeación u organización del proyecto.
- ¿Se establece un objetivo definido?
      El proyecto se fundamenta en un objetivo; es lo primero que se debe establecer. Sin éste, todo el trabajo será errático y se caerá en el desánimo con trabajos poco productivos.

- ¿Se conocen las fuentes de información viables?
     Es decir, antes de empezar a trabajar se debe tener en cuenta: lugares que se visitarán, personas expertas en el tema, textos, programas e información adicional. También es importante escribir una lista de conocimientos previos al respecto.

- ¿Se distribuye equitativamente?
     Todos los integrantes del equipo conocerán cuál será su responsabilidad dentro del proyecto, a qué hora y dónde trabajarán. Es necesario nombrar a un coordinador que integre y se ocupe de las funciones del grupo.

- ¿Se establecen fechas de entrega?
     Sin plazos, es muy difícil que se logre algo. Desde el principio habrá que contar con una agenda en la que se registren las fechas de entrega de cada etapa del trabajo.


En el desarrollo del trabajo
- ¿Se mantiene un orden?
    El orden, ya se al participar en el grupo o en las mesas de trabajo, al revisar los textos, etc., permite producir más en menor tiempo.

- ¿Se registran los eventos?
    Conviene marcar lo que ya se hizo para saber en que etapa se encuentra el proyecto, pueden registrar en una gráfica cómo se desarrolla el trabajo, si pasan a la siguiente etapa o si es necesario esperar la colaboración de alguien.

- ¿Se aprovecha el tiempo?
     Usar calendarios es indispensable en el trabajo por proyectos. Será necesario contar con uno permanente en el salón de clases y en las salas de trabajo.
     Es también conveniente nombrar a un moderador que, entre sus funciones, cuente el tiempo en cada sesión de trabajo, otorgue la palabra, llegue a conclusiones y enfoque la atención en el proyecto.

- ¿Se ajusta la realidad al plan?
    Durante el proceso siempre ocurrirán imprevistos que modificarán el plan inicial. No es asunto preocuparse, simplemente el proyecto toma vida propia y encuentra otros caminos. Lo importante es que el equipo advierta el cambio de rumbo para encauzar su trabajo hacia el nuevo objetivo y que no se quede con ideas anteriores que propicien repetir actividades.

- ¿Se hacen críticas y correcciones  adecuadas?
     En un trabajo por proyecto es indispensable mantener una actitud crítica. Más vale hablar a tiempo y no cuando el trabajo se ha concluido sin satisfacer a nadie. Las nuevas ideas son siempre bienvenidas; por ello, será de mucha utilidad registrarlas e introducirlas en el proyecto inicial para mejorarlo con el conocimiento de todo el equipo.


Para la presentación del producto
- ¿El producto cuenta con los requerimientos establecidos?
     El proyecto tiene un objetivo establecido que se ve reflejado en un producto, por ejemplo, un artículo o una antología, el montaje de una obra de teatro o un debate. De cualquier manera, habrá que evaluar los resultados respecto a normas y parámetros establecidos de antemano. Por ello es necesario que el equipo esté enterado y sepa qué se espera de él.

- ¿Todos los miembros del equipo conocen el tema?
     Aunque se hayan repartido el trabajo, todos los miembros del equipo compartirán un mínimo de los conocimientos adquiridos durante la elaboración del proyecto. No debe ser sólo uno el que habla, el que mueve, el que presenta.

- ¿La presentación se desarrolla de acuerdo con el público?
      El auditorio presenta representa uno de sus propósitos comunicativos. Es importante darle gusto y compartirle lo que se ha aprendido de manera que le quede claro, le interese, le sea tan significativo como lo es para quienes lo exponen. Por eso habrá que buscar el lenguaje, los ejemplos y el material adecuado para cada público: alumnos menores, del mismo grado, padres de familia, profesores, etcétera.

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